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Fue la tecnología la que permitió que Barack Obama fuera elegido presidente de Estados
Unidos. El modelo de una campaña que se sustentó en la innovación a partir del análisis
de datos, le permitió repuntar en un escenario que le era adverso. Hoy es aplicable al
crecimiento y éxito de cualquier empresa.
LA REVOLUCIÓN DE BIG DATA
DE BARACK OBAMA
HASTA LA EMPRESA
“Las compañías que usan big data pueden
multiplicar por dos las probabilidades de
que su rendimiento financiero sea mayor.
Además, multiplican por cinco la capacidad
de tomar decisiones de manera rápida y ágil
ante cualquier contratiempo. Y multiplican
por tres la ejecución y velocidad de sus
estrategias”. Así de prometedoras y contun-
dentes son las cifras que Juan Verde expuso
en el edificio corporativo de Entel a un grupo
de clientes Corporaciones a quienes les
habló del impacto de la tecnología en las
campañas presidenciales de Barack Obama.
“El big data es una revolución y el 2016 es un
año importantísimo en su desarrollo, no solo
para campañas políticas, sino que para las
empresas que están gestionando cambios”,
explicó el experto.
Lecciones de una experiencia real
Con justa autoridad, Juan Verde hace
estas afirmaciones. Después de que
Hillary Clinton perdiera en las primarias
contra Obama, Verde fue reclutado por el
equipo del Presidente para sumarse a una
campaña que cambiaría todos los esquemas
y paradigmas clásicos.
Frente a una abrumadora competencia, y con
la mitad de los recursos de su contrincante,
Obama, un candidato en ese entonces más
bien desconocido, logró debido al despliegue
tecnológico, aumentar sus ventajas compe-
titivas. La modernidad de sus estrategias le
permitió imponerse con mayor impacto y
eficacia en la forma de comunicar, motivar,
gestionar y reunir recursos y votos.
“El triunfo de 2008 tiene todo que ver con un
Obama innovador. Pues se da cuenta de que
si quería ganarle a Clinton en las primarias y
después a los republicanos, tenía que hacer
algo nuevo y distinto”, explica Juan Verde. Y
así fue: big data, es decir, la disposición de
millones de datos y el uso inteligente de las
tecnologías, se transformaron en sus princi-
pales herramientas de combate. Resultado:
además del triunfo, la campaña de Obama
fue elegida la empresa mejor gestionada en
2008 y en 2012 la empresa más innovadora
a nivel mundial. “Pasó de cero a más de mil
millones de dólares en facturación en doce
meses. Pasó de cuatro empleados a ser más
de dos y medio millones de simpatizantes
y colaboradores. Eso es gestionar, eso es
innovar”, afirma Verde.
Fue así como en 2008 nació una nueva
manera de captar votos. “Las campañas
políticas antiguas, que eran como un
gran barco petrolero que salía del puerto,
marcaba el rumbo y a partir de ahí era
muy difícil reencauzarlo, se terminaron.
Las tecnologías y big data, por el contrario,
dieron agilidad, flexibilidad y la capacidad
de cambiar o mejorar la dirección cuando
es necesario hacerlo sobre la base de la
interpretación de datos”, dijo Juan Verde.
Luego, en el año 2012 esta ciencia de la
tecnología se aplicó con más propiedad y
autoridad. Hoy en 2016, ya es una tendencia
madura: al big data se une el despegue de
el internet de las cosas y ambas abren
una abanico infinito de datos que permiten
estrategias y resultados impensados,
tanto en una campaña política como en el
desarrollo de cualquier empresa o proyecto.