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Durante el año pasado, Internet de las
Cosas (IoT, en inglés) se convirtió en el
tema de interés principal en la industria de
la tecnología, y empresas que van desde la
electrónica de consumo y fabricantes de
componentes, hasta los integradores de
sistemas, han comenzado a posicionarse
en este espacio.
El concepto de Internet de las Cosas se
refiere a dispositivos inteligentes, equipados
con computadoras y que se conectan entre sí
y con servidores, con el fin de proporcionar
servicios que aprovechan y dependen de la
gran cantidad de información generada día a
día. A través de estos datos, los dispositivos
comienzan a entender mejor y adaptarse a
las necesidades de sus propietarios.
IoT no es un concepto nuevo, a pesar de lo
revolucionario que suene que los productos
sean capaces de entender a las personas
y anticiparse a sus deseos. Varias décadas
de desarrollo y evolución se han combinado
para culminar en este concepto. El más
obvio de estos desarrollos es la evolución
de la computación, desde computadores que
ocupaban una habitación entera, hasta los
dispositivos móviles o incluso los wearables
de hoy. Otra evolución tuvo lugar en las
tecnologías de conectividad, que permiten
que los dispositivos se comuniquen entre
ellos, como las bandas de telefonía móvil
3G y 4G LTE, y tecnologías de comunicación
como
Wi-Fi Direct
,
Bluetooth
o
NFC
.
Samsung se ha convertido en protago-
nista de esta nueva era gracias al gran
ecosistema de productos que ya integran
características que los hacen inteligentes.
Ejemplos hay varios, como las impresoras
Samsung con
NFC
, que permiten imprimir
con tan solo acercarles un
smartphone
, aires
acondicionados que se activan desde el
celular, o relojes inteligentes que detectan
la intensidad de los rayos UV.
El potencial que tiene IoT no solo se remite a
soluciones creadas para los consumidores,
sino también al mundo corporativo y los
ambientes de trabajo. Parece ser que es este
el próximo gran paso en la automatización
de la cadena productiva industrial y de
innovación. Así, las organizaciones están
recibiendo con entusiasmo esta revolución.
Una conectividad a nivel superior, donde
las máquinas y los objetos “hablan” entre
sí, organizando las tareas diarias, con
reuniones en la nube, aplicando linea-
mientos estratégicos predefinidos, tomando
decisiones basadas en el comportamiento o
diseñando productos específicos en distintos
niveles de clientes.
Según
Gartner
, en 2020 habrá 50mil millones
de dispositivos conectados a internet y las
compañías basarán en una buena parte
de ellos su definición de aproximación al
negocio y al mercado. ¿Cuánto aumentará
la productividad? Aún no se sabe, pero se
tiene la certeza que será un cambio radical
de las estructuras de la empresa, la forma
en cómo trabajamos, las instalaciones donde
lo hacemos y el tipo de vida que llevamos.
La internet
de la
PRODUC_
TIVIDAD
Por Guillermo Moya, Director de
B2B Samsung Electronics Chile.